
Comentario de MAITREYA RAEL:
“Boicoteen el turismo y productos marroquíes hasta que sea liberada”
http://www.elespanol.com/corazon/celebrities/20170412/207979707_0.html
Ha pasado de lucir lujosas joyas en fiestas de alto copete a compartir celda con otras dos reclusas. Su exmarido, embajador de Kuwait en Suiza, le ha demandado por supuesta infidelidad. Ella lo niega.
La vida de la rica empresaria marroquí Hind Achabi empieza a parecerse a un culebrón. La presidenta de Dalia Air, una compañía privada de jets de lujo, está encerrada en una de las tres cárceles de Salé (Marruecos) por “adulterio y falsificación” desde el pasado mes de agosto. Sus relaciones con la aristocracia, las fiestas de alto copete, las joyas exclusivas y el lujo quedan atrás desde que comparte celda con otras dos reclusas.
La justicia marroquí ha sido implacable con la directiva. La metió entre rejas solo un mes después de dar a luz el tercer hijo. Su exmarido, el embajador de Kuwait en Suiza, Sadif Marafi, la denunció por “adulterio, corrupción y estafa” al enterarse que la última hija de este matrimonio no era de él. El diplomático solicitó una prueba de ADN de la última niña en el mes de junio al sospechar que su esposa mantenía una relación con el empresario marroquí Mohcine Karim Bennani. Los resultados determinaron que efectivamente no sólo esta hija, sino la anterior, nacidas en 2015 y 2016, son de Bennani, su actual pareja.
La versión de la defensa es bien distinta. En una entrevista con EL ESPAÑOL, su abogado, Mohamed Faziou, aseguró que ‘Madame’ Achabi, como se hace llamar la empresaria, se divorció legalmente del kuwaití en octubre de 2014, y posteriormente contrajo matrimonio con Bennani por poderes en un país musulmán como Malí porque la pareja se encontraba en Nueva York, donde residen parte del año. Asimismo justificó unas fotos de Achabi tras el alumbramiento de su última hija en 2016, junto a su exmarido kuwaití. “Solo reflejan la amistad que la pareja mantuvo después de su divorcio. Además también tenían relaciones laborales por negocios comunes”.
Los que se han librado ya de la cárcel son su hermana y Bennani. El empresario marroquí, también relacionado con los negocios de aviación, solo cumplió siete meses de prisión preventiva a pesar de tener una condena de tres años por adulterio. La hermana de la presa también estuvo detenida seis meses acusada de falsificación, pero ya goza de libertad.
El abogado está sorprendido de que el Tribunal de Segunda Instancia redujera la condena de Achabi solo a dos años cuando “es inocente ya que se divorció legalmente y después se casó“, aunque lo achaca a que la pareja contrajo matrimonio por el rito chiita, que no es válido en Marruecos.
Y considera que su marido ha tenido mejor suerte porque los artículos 440 y 481 de la ley marroquí dan la oportunidad de retirar la acusación al cónyuge. Y eso es lo que habría hecho la otra mujer de Bennani o “quizás nunca lo denunció” porque había consentido que su esposo se casara con una segunda mujer, Hind Achabi.
La reforma del Código de la Familia, conocido como la Mudawana, permite al hombre casarse hasta con cuatro mujeres siempre que la primera esposa lo autorice y trate por igual a las mujeres, tanto económica como sentimentalmente. Así que ‘Madame’ Achabi comparte marido con otra mujer.
Sobre la presa no solo cae una condena por adulterio, sino también por falsificación, una copia del pasaporte de su última hija que podría haber sido modificada. Además tendrá que pagar una multa de 18.000 euros por los daños causados. “Es la primera vez en Marruecos que se pone una multa por adulterio, pero parece que en este caso todo es posible”, denuncia Faziou.
Mientras los medios marroquíes y los abogados consideran la denuncia del diplomático como una “venganza porque no acepta el divorcio”, los medios de Kuwait informan de la vida anterior de Hind Achabi. Casada durante solo un mes con el empresario marroquí Ahmed El Assadi, condenado a cinco años de prisión por fraude bancario, se habría divorciado de éste embarazada de 8 meses y se habría comprometido con el embajador kuwaití. De hecho, Achabi tiene un hijo, Shadi, de 10 años. El periódico Arab Times también la acusa de hacer intentado abortar en el séptimo mes de embarazo y de caer en los brazos de Assadi huyendo de un concubinato con un jeque.