Comentario de MAITREYA RAEL:
“Encarcelen a los banqueros, cancelen todas las deudas y luego la salud financiera viene de vuelta.”

http://www.lavanguardia.com/economia/20150405/54429674058/islandia-levantar-control-capitales.html

El éxito de la operación debe permitir el acceso de los islandeses a los mercados internacionales y que el país vuelva a ser atractivo para los inversores extranjeros.

Casi siete años después de la crisis financiera, Islandia se prepara para levantar finalmente el control de capitales, una de las medidas más contundentes que el FMI impuso tras la debacle y cuyo anunciado fin se convierte en todo un símbolo de la recuperación económica de este pequeño país nórdico.

El Gobierno todavía no ha indicado cuál será la hoja de ruta. Y tampoco ha desvelado los detalles de las delicadas negociaciones que se están llevando a cabo con los acreedores extranjeros de los bancos que quebraron tras la crisis. Unas conversaciones, dicho sea de paso, de las que depende en buena parte el éxito de la operación.

Pero el ministro de Finanzas, Bjarni Benediktsson, se muestra confiado y ha prometido “acción y soluciones” inminentes. En concreto, aseguró que el Gobierno espera dar pasos decisivos hacia la abolición del control de capitales ya “en la primera mitad del año”, puesto que, en su opinión, “las premisas difícilmente podrían ser mejores que las que se dan ahora en Islandia”.

Esta nación de sólo 317.000 habitantes se vio forzada a restringir los movimientos de capital tanto de entrada como de salida a finales del 2008, después de que el estallido de la burbuja bancaria se llevara por delante a las tres principales entidades financieras, dejando al país al borde de la bancarrota.

La rápida privatización de los bancos y las agresivas medidas neoliberales aplicadas en los años previos a la crisis habían propiciado una entrada masiva de capital extranjero, así como todo tipo de arriesgados malabarismos con dinero prestado. Nunca antes había sido tan fácil conseguir un crédito y muchos ciudadanos se endeudaron hasta las cejas. Como resultado, el sector bancario se infló de manera exagerada, hasta el punto de representar hasta diez veces el PIB del país.

Tan desmesurado boom dio lugar a un desastre todavía mayor. De la noche a la mañana todo se vino abajo. Los bancos cayeron, el paro se disparó y la corona se desplomó, depreciándose hasta un 60% frente al euro. Fue entonces cuando se impuso el control de capitales, cuyo objetivo era estabilizar la economía y evitar la fuga de dinero al extranjero. Se estima que con esta medida se bloquearon unos 5.900 millones de dólares en activos ligados a la corona islandesa.

Ahora, tras casi siete años de esfuerzos para paliar los efectos de la crisis, la caída del paro, la vuelta al crecimiento y la buena marcha de los sectores productivos confirman la recuperación económica y allanan el camino hacia el levantamiento de las restricciones monetarias.