¡Quitarse el velo es una revolución!

Texto que acompaña a la imagen:

En estas dos fotos, es la misma mujer, los mismos rasgos, la misma cara, pero no la misma mirada, ni la misma expresión, porque han pasado 20 años y después de muchas pruebas, sigo aquí, sigo en pie a pesar de todo. Me emociono cuando veo estas fotos mías, a la izquierda tenía 21 años y 41 en la foto de la derecha.

Quitarse el velo es un gesto sencillo, parece fácil, se puede hacer rápidamente, pero no es tan sencillo, lo más difícil y largo es comprender por qué esta decisión es la mejor para una mujer que ha vivido sometida durante mucho tiempo.

Cuando tenía 21 años, todavía era joven y estaba asustada del mundo exterior, buscando mi lugar en la sociedad y dentro de mi propia familia. Hoy, estoy bien en mi tiempo, no tengo nada que demostrar a los demás y ya no siento la necesidad de someterme para agradar y ser amada, porque mis pruebas me han hecho crecer, he aprendido a conocerme y ahora sé quién soy y de lo que soy capaz, no intento parecerme a otra persona, sino simplemente a mí misma: ¡una mujer LIBRE!

Quitarme el velo no es un gesto de rebelión, ¡sino de liberación!

Henda