
Comentario de MAITREYA RAEL:
“¡No hay necesidad en lo absoluto para pastillas si tienes una dieta balanceada y diversificada! ¡No hemos sido creados para comer pastillas sino comida! Y sólo un doctor puede decirte si tú necesitas algunos suplementos no cualquier autoproclamado nutricionista de internet. La única excepción es la vitamina D3 en invierno y en países con poca exposición al sol. Pero si obtienes 20 minutos de exposición al sol todos los días incluso en invierno, no necesitarás siquiera esta vitamina.”
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-12-18/los-suplementos-vitaminicos-no-sirven-de-nada-asegura-la-ciencia_67342/
“El mensaje es sencillo: la mayoría de suplementos vitamínicos no previenen las enfermedades crónicas ni la muerte”, afirma un nuevo editorial científico
“El mensaje es sencillo: la mayoría de suplementos vitamínicos no previenen el desarrollo de enfermedades crónicas ni la muerte, su uso no está justificado y deben ser evitados”. Así de contundente se muestra el editorial del número de esta semana de la prestigiosa revista Annals of Internal Medicine, que acompaña a tres estudios sobre suplementos vitamínicos y minerales.
“La industria [de los suplementos] está basada en la anécdota. La gente dice ‘tomo esto y me siento mejor’ y el mito se perpetúa. Pero cuando haces pruebas, ves que no tienen ningún beneficio a largo plazo. No sirven para prevenir la mortalidad, ni los ictus, ni los infartos”, asegura el editorial, firmado por cinco doctores.
Las investigaciones publicadas esta semana se unen a una completa revisión de estudios que se dio a conocer el pasado mes y que llega a la misma conclusión: los suplementos vitamínicos apenas tienen beneficios para la salud en las personas bien nutridas de occidente, que son los que los toman. Y lo que es más grave, determinados suplementos, como los de beta-caroteno, vitamina E y vitamina A hicieron que aumentara el riesgo de muerte en alguno de los experimentos.
Una industria millonaria en el punto de mira
Los suplementos vitamínicos empezaron a popularizarse a finales de los 80, tras la publicación de una serie de investigaciones experimentales en las que se aseguraba que tenían un papel protector frente al cáncer y la enfermedad cardiovascular. Desde entonces, se han vendido como la varita mágica para lograr “vitalidad” (un concepto tan bonito como vano) o potenciar la memoria. Nada de esto, según los últimos estudios, es cierto.
En el primero de los estudios que acompaña el editorial se revisan otras 27 investigaciones, con más de 450.000 participantes, en las que los suplementos no muestran ningún efecto beneficioso en la prevención de la enfermedad cardiovascular y el cáncer.