Comentario de MAITREYA RAEL:
“”Sé todo lo que puedas ser”: violada”

http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/calvario-los-militares-violados-ejercito-eeuu-5142557

Un informe de Human Rights Watch denuncia que las violaciones no se investigan si no que las víctimas son forzadas a abandonar.

Primero, la violaron; después la expulsaron del Ejército como represalia por denunciar su caso; y, entre medio, la obligaron a vivir marcada, con un estigma en la hoja de servicios que le cierra las puertas del empleo, la sanidad o el acceso al crédito. Se llama Juliet Simmons, pero la suya es en esencia una historia que comparten miles de exmilitares del Ejército de Estados Unidos, donde los abusos sexuales están a la orden del día, casi tanto como la impunidad con la que se protege a los responsables de los crímenes. La mayoría de las víctimas son mujeres, pero también hay hombres.

A Simmons la drogaron y la violaron en el 2007 mientras estaba de servicio en un barracón de la Fuerza Aérea. La uniformada denunció lo sucedido por los cauces apropiados y, aunque su sargento no la creyó, continuó en su puesto y sacó nota en las sucesivas evaluaciones de su trabajo hasta que un día le dieron cita con un psicólogo para que examinara su salud mental. El psicólogo le informó de que iba a ser licenciada por un “desorden de personalidad no especificado”, un eufemismo para colgarle el cartel de enferma mental. Simmons recurrió su expulsión. Presentó cartas de casi una treintena de oficiales y compañeros que apoyaban su continuidad en el Ejército. No funcionó. Seis días después había terminado su carrera castrense, según recoge Human Rights Watch (HRW) en su último informe sobre las dificultades que enfrentan los militares expulsados del Ejército después de que denunciaran una violación.

INCOMPRENSIÓN A LAS VÍCTIMAS

“¿Por qué me deberían licenciar si fui violada? Hice lo que supuestamente tenía que hacer. Si no hubiera denunciado, estoy segura de que seguiría en la Fuerza Aérea”, le dijo Simmons a la organización de derechos humanos en una de las 270 entrevistas que realizó para elaborar su investigación, que se apoya también en documentos y datos oficiales. El informe constata la escasa comprensión que existe en los cuarteles hacia aquellos que denuncian agresiones sexuales y analiza las dificultades que enfrentan tras ser expulsados como represalia con un “mal licenciamiento” en su expediente.